El color nos despierta sensaciones y emociones, por ello es necesario tener un especial cuidado en su uso y conocer su teoría para poder dominarlos a tu favor.
Antes de entrar en materia debemos de saber que es un tema de suprema utilidad sea cual sea el fin, como pintar un cuadro, decorar un ambiente, pintar un mandala, diseñar y hasta para vestirse.
Para decorar un ambiente, es importante definir primero la paleta de colores con la que trabajaremos, y luego la proporción de color que usaremos, ya que luego se verá reflejada en la elección del mobiliario, pintura paredes, objetos decorativos, géneros y textiles. Para ello, aprendernos la regla infalible 60/30/10 para combinar colores en una casa.
Pero antes será muy necesario entrar de lleno en la teoría de color y entender primero cómo se relacionan y armonizan los colores entre sí:
CÍRCULO CROMÁTICO
Aprender a leerlo es la base para entender la combinación de colores: Los 12 segmentos incluyen: colores Primarios (rojo, amarillo, azul), que son aquellos colores puros que no pueden obtenerse mezclando otros colores; Secundarios, que surgen de las mezclas de dos primarios (naranja, verde, violeta); y Terciarios que nacen mezclando primarios y secundarios (naranja amarillento, naranja rojizo, violeta rojizo, violeta azulado, verde azulado, verde amarillento).
Siendo los colores cálidos (rojo, amarillos, naranjas y fucsia) confortables y acogedores, y los fríos (azules, verdes, violeta) los relacionados a la calma.
También tenemos colores acromáticos (blancos y negros), que no están en el círculo; neutros cálidos (crema, visón, beige, marrones y pardos); y neutros fríos (grises), que juegan un rol importante.
ESQUEMAS PARA ARMONIZAR COLORES
Ahora bien, entendiendo cómo está compuesto el círculo cromático y el amplio espectro de colores a nuestra disposición, veremos una serie de relaciones que necesitarán entender a la hora de combinar colores:
Esquema Monocromático:
Se elije un único color y se usa en sus diferentes variaciones de tonos e intensidades (como si viéramos una sola tira en la imagen).
Esquema Análogo:
Se utilizan dos colores contiguos del círculo cromático.
Esquema Complementario:
Se usan dos colores ubicados en forma opuesta en el círculo (como si se unieran por una línea recta imaginaria).
Esquema de choque:
Combina un color con el tono que está a la derecha o a la izquierda de su color complementario.
Esquema Adyacentes:
Combina un color con los dos colores análogos de su complementario (los q están de cada lado).
Una vez que conocemos esto, comienza la tarea de armonizar los colores fuente (que salen de la rueda) e ir jugando con las fórmulas y la variación de tonos, valores (claro/oscuro) e intensidades (vivo/apagado) de cada uno. En este sentido, se los puede aclarar, oscurecer y apagar pero no hacerlos más vivos ya que por sí solos, los colores que vemos en el círculos, son los más vivos que hay.
Existe una regla infalible la de 60/30/10, que trata de usar el color en su justa medida dentro del ambiente, jugando con sus tonos y equilibrando colores de paredes, cortinas, muebles, luminaria, alfombra, tapizados, almohadones, cuadros, jarrones y demás objetos decorativos. Así se establece un color dominante que será el que ocupe el 60% del espacio (si quieres un espacio tranquilo y luminoso es mejor elegir un color neutro de base); un color secundario, presente en un 30% y será es el que le dé interés al ambiente, siendo muchas veces el que más se destaca.
Y por último, el color de acento, que si bien es el 10%, será el que le dé el toque final al ambiente, y se usa generalmente en objetos decorativos de menor tamaño como jarrones, almohoadones, cuadros, etc.