El turismo como lo conocemos, necesita una transformación profunda. viajar, como cualquier actividad humana puede generar impactos sociales y ambientales negativos
Las consecuencias que puede tener el turismo van desde el consumo de combustibles en el transporte y en las actividades de recreación hasta las condiciones sociales injustas que se dan en algunos destinos turísticos o la destrucción de áreas naturales.
Los encuentros que se generan en los viajes tienen el potencial de crear mejores condiciones de vida para los involucrados, además de ser parte de las estrategias para la conservación natural y cultural del patrimonio de los destinos y de fomentar un entendimiento intercultural entre personas que pueden cultivar mejores relaciones humanas.
LA SUSTENTABILIDAD EN LOS VIAJES
La “sustentabilidad” es un concepto que en las últimas décadas se ha utilizado en distintas industrias y sectores para hablar de procesos que buscan mejores prácticas sociales y ambientales. Lamentablemente, como sucede con muchos términos, su sentido se ha interpretado de forma insuficiente y en su nombre seguimos con prácticas similares a las del pasado, procurando compensar daños con acciones para conseguir como resultado una suma cero; en nuestro momento histórico, requerimos de un esfuerzo por hacer las cosas no solamente evitando los daños previsibles, sino procurando el bienestar en cada una de nuestra acciones, es decir, precisamos ir más allá de la sostenibilidad.
Una de las nuevas tendencias apunta al “Turismo regenerativo”, que nace a partir de la insuficiencia de la sostenibilidad como solución a los problemas e impactos generados por esta industria.
El turismo regenerativo plantea modelos que buscan una transformación profunda de viajeros, comunidades receptoras y destinos.
La propuesta del turismo regenerativo es promover el desarrollo de nuevas capacidades colectivas, personales y naturales a raíz de los beneficios generados por el turismo: Conservación del patrimonio cultural, restauración de ecosistemas, mejora en las condiciones de vida locales, transformaciones personales, etc. Plantea la necesidad de un cambio de muchos paradigmas, los de la industria, los de los destinos y de los viajeros.
De acuerdo con Anna Pollock, investigadora inglesa y una de las principales voces del turismo regenerativo a nivel global, a diferencia del turismo tradicional, en el que el centro de la industria y las experiencias se basan en transacciones de valor, servicios o productos, el turismo regenerativo prioriza los encuentros y el potencial que existe en ellos, busca generar encuentros genuinos entre personas y de las personas con los entornos.
Adentrarse en una cocina típica del lugar, practicar una danza tradicional con la comunidad, conocer el proceso productivo de alguna bebida son algunos ejemplos de éste tipo de encuentros que pueden implicar transformaciones, más allá de anécdotas.
Una forma de promover éste tipo de turismo es buscar proyectos que promuevan modelos de turismo sostenible y regenerativo. Además, como viajeros, podemos hacer cosas sencillas para nivelar la balanza, reducir nuestros impactos negativos y promover un verdadero desarrollo en los destinos, mientras gozamos de experiencias profundas y genuinas.
Aunque el camino parece difícil, como viajeros, tenemos la oportunidad de generar un gran impacto positivo sin sacrificar la aventura y las experiencias extraordinarias. Viajar siempre ha transformado al mundo y el turismo regenerativo es una gran oportunidad de transformarlo para bien.. Viajar de forma consciente no sólo evolucionará a los destinos, si no a nosotros mismos, para apreciar más el mundo y ser mejores personas.