Buscando justicia es un filme que nos permite reflexionar sobre, hasta qué punto podemos conservar
nuestra libertad y visión, en medio de controversias políticas y sociales.
El 2019 fue un año prolífico para el cine, uno que difícilmente se olvidará porque no solo tuvo producciones memorables, sino también marcó un hito con la consagración de Parasite de Bong Joon-ho (Corea del Sur) tanto en Cannes, como en la entrega de los premios Oscar, siendo la primera película internacional en levantarse con la presea más importante de dicho evento. Este logro da fe de que los miembros de esa Academia están en plena transformación, rompiendo estereotipos y lugares comunes a los que han caído. No obstante, falta mucho por recorrer y las producciones del 2020 serán un buen termómetro para ver si en realidad son tiempos de cambio o una ligera brisa en medio de un calor sofocante.
Desde finales e inicios de año, llegaron a nuestra cartelera los títulos cinematográficos más relevantes de 2019, varias de las producciones que estuvieron rondando los festivales internacionales más importantes del año, como Cannes, Berlín, Venecia, San Sebastián y Toronto, por mencionar algunos; así como las noticias que venían llegando de distintas entregas de premios donde figuraban estas producciones.
Buscando Justicia (Just Mercy) de Destin Daniel Cretton es protagonizada por Michael B. Jordan, interpretando al abogado Bryan Stevenson y co-esteralizada por Jamie Foxx, en el papel de Walter McMillian. Este filme narra los hechos inspirados en la vida real de un brillante joven egresado de leyes por la prestigiosa universidad de Harvard a finales de los ochentas, quien encuentra la solvencia para abrir una firma de corte social en Alabama para tomar los casos de convictos, prioritariamente afroamericanos, en espera de ser ejecutados por pena de muerte, después de pasar por juicios corruptos.
Stevenson llega a un pueblo hostil, donde la hegemonía y la justicia está en manos de gente de raza blanca y quienes encontraron en McMillan a un chivo expiatorio para inculparlo de un homicidio a sangre fía de una joven del mismo color en una tienda de autoservicio.El enérgico abogado encuentra en la valerosa Eva Ansley (Brie Larson), a una asistente quien tiene antecedentes de ser una activista y fiel creyente de los derechos civiles.
Este filme nos hace ver el lado irracional del ser humano, donde un grupo de poder sistemáticamente impone sus creencias y valores, trastocando un sistema judicial y penal donde desde el Sherif hasta los jueces, pasando por el fiscal, acallan testimonios, plantan falsas evidencias y cohesionan una visión alterada de un crimen. La narrativa de la película nos lleva por un viaje angustiante, que apela a las emociones y nos recuerda hace el pasado y lo aún más difícil que era pelear en contra de una maquinaria. Hoy día, ante estas situaciones, contamos con más medios y recursos para que voces menos favorecidas alcancen a ser escuchadas.
