La realidad que enfrentan chicas skaters en un mundo donde predomina el sexo masculino y sus reglas.
Esta es una serie que sigue a un grupo de jóvenes mujeres que rondan en los veinte años provenientes de la ciudad de Nueva York mientras transitan sus vidas dentro de un mundo predominantemente varonil como lo es el skateboarding. Nos narra cómo estas chicas nos enseñarán a apropiarnos de las calles con un espíritu libre y sobre todo a darle una patada en el trasero a las diferencias entre sexos y todo lo que engloban de una manera muy particular, sobre ruedas.
La nueva y aclamada serie de HBO, Betty, lo tiene todo. Una visión fiel de la juventud neoyorquina, una selección musical encomiable, destrezas en patinetas, sororidad y el retrato de una nueva generación de mujeres que no se quedarán en la cocina.
Aunque Betty fue estrenada en junio de este año, la historia de cómo es que estas chicas patinetas llegan a las pantallas de HBO surge desde años atrás cuando algunas de ellas subían videos a YouTube demostrando sus habilidades en el mundo del skate y donde les llovían comentarios del tipo: “regresa a la cocina” principalmente de sus colegas varones. Al contrario de detenerlas y desanimarlas, estas jóvenes se apropiaron del término y formaron un colectivo en Instagram bajo el nombre The Skate Kitchen o la cocina del skate. De esta popularidad en redes sociales inician los proyectos cinematográficos, primero un fashion film para Miu Miu y después un largometraje seleccionado en Sundance que lleva el mismo nombre.
La premisa siempre ha sido la misma, mostrar que las mujeres pueden desarrollarse en el elemento de la patineta con la misma soltura y talento que sus compañeros del sexo opuesto.
Durante los seis episodios de Betty, las protagonistas quienes son parte del colectivo Skate Kitchen en la vida real, navegan en diversos temas, además de la discriminación de género dentro del skate, como el consentimiento, la sororidad, el racismo, la apropiación cultural, la ansiedad y las drogas, en un contexto sumamente actual e importante para este nuevo mundo en el que estas figuras femeninas empoderadas reclaman su pertenencia.
La razón principal por la que no hay muchas mujeres skates viene de una idea patriarcal donde los roles de género nos ubican desde muy temprana edad a lo que podemos y no podemos hacer. Una de las “Bettys” tiene particularmente un día difícil cuando al ser invitada al skate park a patinar junto a las demás sin tener ninguna experiencia es objeto de muchísimas burlas y desánimo de los otros jóvenes lo cual la desalienta a seguir practicando para mejorar.
En palabras de Nina Moran, fundadora de The Skate Kitchen y quien participa como Kirt en la serie: Cuando un chico que está empezando en el mundo del skate prueba un truco nuevo y se cae, para los demás no es motivo de burla, sólo es un chico que está empezando. Pero cuando se trata de una chica intentándolo por primera vez, la intimidación es enorme, orillándola a desistir y abandonar.
Pensando en esto y en todos los lugares que se nos han negado a lo largo de la historia, Betty termina siendo la serie que nuestra niña interior necesitaba, y también, la serie que todas las nuevas generaciones tienen que ver.
Llena de energía, confianza, sororidad y amistad, esta producción te dejará con todas las ganas de comprar una tabla y salir por la ciudad a patinar con tus amigas.