Phantom Thread destaca por su impecable diseño de vestuario, elegancia y técnicas cinematográficas, un filme que explora las relaciones de pareja con una trama poco convencional en el romance
Paul Tomas Anderson es sin duda uno de los directores contemporáneos más reconocidos, dirigiendo desde documentales como JUNUN (2015), cortometrajes musicales como Ánima (2019) y por supuesto, sus ovacionados largometrajes, entre los que destaca Phantom Thread (2017). En cada película de su filmografía se encuentra cuidadosamente trabajado cada estímulo y detalle, desde las narrativas, diseños de arte, de vestuario, etcétera; sin embargo, en Phantom Thread PTA no sólo se limita en el guión, producción y dirección del filme, sino que también se apodera de la dirección de fotografía, trayéndonos como resultado una película enteramente elegante desde su narrativa hasta sus imágenes.
En cuanto al diseño sonoro, Jonny Greenwood –guitarrista de la banda de rock Radiohead- nuevamente colabora con PTA en la composición, consolidando así una dupla que nos garantiza calidad sonora. Por otra parte, uno de los aspectos más impactantes en el filme es sin duda el diseño de vestuario a cargo de Mark Bridges, reconocido también por otros proyectos como Joker (2019) o Marriage Story (2019), Mark Bridges plasma en el vestuario una belleza maravillosa e impecable que empata completamente con la premisa de la película, esfuerzo que le vale a Phantom Thread el premio a mejor diseño de vestuario en la entrega de los premios Óscar número 90.
“Una película enteramente elegante desde su narrativa hasta sus imágenes”
En dicho filme se nos presenta a Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) un estricto e impecable Diseñador de modas en Londres de la postguerra, Woodcock dedica su vida entera a su arte y profesión, lleva una vida altamente estructurada al grado de controlar el tiempo y grado de afectividad hacia sus amantes. En compañía de su hermana Cyril, Woodcock focaliza su interés a la confección para la élite francesa, por supuesto hasta que conoce a Alma, una mesera en quien encuentra comprensión entre sus diferencias, la toma como su musa desarrollando así una relación romántica, con una distinción que sale de los esquemas de romanticismo convencionales.
ENTRE LA OBSESIÓN Y COMPRENSIÓN
La complejidad del arco del personaje de Reynolds Woodcock es inmensamente interesante, ya que este representa una personalidad obsesiva que refleja en la dirección que da a su vida y su trabajo, y aunque pareciera que la película focaliza a este personaje como elemento principal, la relación que se desarrolla entre Alma y Reynolds es igualmente imprescindible de abordar, ya que en ella no sólo contemplamos una insólita conexión que pareciera alejarse del idilio propio de un romance, sino que además a pesar de ser una relación con prácticas inusuales, no termina alejándose mucho de la realidad. En las relaciones humanas y sobre todo de pareja, ya sea en menor o mayor medida, la vulnerabilidad es aprovechada por el otro, ya sea para imponer control o para ser el soporte que el ser amado necesita, y es que después de todo, ¿Quién no busca ser comprendido? Si bien no es el objetivo principal, Phantom Thread nos muestra la delgada línea entre la obsesión y comprensión, existente en dosis distintas en cualquier relación humana.
“-I feel if I´ve been looking for you for a very long time -You found me. Whatever you do, do it carefully.” Phantom Thread, 2017
Paul Tomas Anderson hace de Phantom Thread una película que destaca por la belleza y elegancia en sus secuencias, haciendo que su narrativa se base en las mismas imágenes más que en los diálogos, destacando así entre las mejores películas del 2017.
