¿Has escuchado la frase “elige tus batallas”?, quisiera utilizarla como analogía para explicar un poco de lo que está sucediendo en el mundo de la salud en la actualidad y cómo es que la mercadotecnia nos acapara todo el tiempo.
Constantemente estamos siendo bombardeados por información de todo tipo que puede afectar o beneficiar nuestra salud. Que un actor o la actriz dice que me tome “el té de orégano con pimienta”, que mi colega de la oficina me recomendó “las pastillas de tal planta de la selva del Amazonas que me hará perder peso”; y así me podría ir con millones de remedios mágicos. Por lo tanto debemos aprender a discernir en qué creer y en qué no creer. ¿A qué voy con esto? No todo lo que se dice en las redes sociales por bloggers, actores, etc. es del todo verídico. Entonces ¿cómo podemos aprender a elegir en quién debemos confiar y en quién no? Pongamos manos a la obra recordando el viejo refrán “zapatero a tus zapatos”. Veamos este ejemplo: Si una persona, marca o empresa intenta hacerte creer que es bueno que tomes “jugo de apio” todos los días y que con eso vas a “adelgazar” rápidamente y además no menciona una fuente de evidencia científica ¡Alerta! Muy probablemente esto no sea completamente cierto; no quiero decir que el jugo de apio sea malo, pero sí es uno de los muchos ejemplos que se ha vuelto trending topic (tendencia) como una verdad absoluta.
Recuerda que no todo lo que ves en internet es cierto, sólo los profesionales de la salud tienen una base con evidencia científica para hacer recomendaciones.
Debemos aprender que sólo los profesionales de la salud tienen una base con evidencia científica para hacer recomendaciones, ellos son los que realmente pueden brindarnos información de calidad. Fuera de esto, no prestes atención a todo lo demás, sólo intentan venderte un producto por el que una marca les está pagando mucho dinero y no es precisamente para ayudarte a generar hábitos saludables.
Ojo: no todas las marcas son malas ni todas las personas del medio artístico promueven productos nocivos pero con este artículo pretendo hacerte reflexionar que es importante elegir tus batallas. Selecciona en quién confiar de la forma más estratégica posible, así no te sentirás bombardeada por tanta información. Espero que esto te reconforte un poco y te ayude a tomar sólo lo mejor para ti, porque al final del día ¡tu salud es lo más importante! y no los miles de millones de dólares que vale la industria de la salud…
