En la estrecha existencia la vida está gobernada por la rutina. En la existencia divina la vida está gobernada por tu fuerza interior y la rutina (cuando necesaria) es una buena forma de vida.
Un lustro después del excepcional análisis que Joachim Trier hizo de Reprise,el director noruego decidió adentrarse nuevamente en el excéntrico tema de los mecanismos mentales, tocando un tema de lo más delicado, el momento en que un ser humano decide dejar de existir en el mundo terrenal.
Nuevamente recurrió al extraordinario talento del actor Anders Danielsen Lie,quien da vida a Anders,un hombre que pasó por una rehabilitación por estupefacientes, acto que tuvo como consecuencia olvidarse de sus anhelos literarios más profundos sin mencionar los mejores años de su vida, a pesar de su sobresaliente inteligencia. De dicha temática surgen las dudas sobre qué lleva a una persona a tomar una serie de decisiones con un final trágico o con la justificación perfecta para terminar con todo.
Oslo, August 31st proyecta un día completo de la vida sumamente infeliz de su protagonista Anders, lapso durante el cual Trier se basa para reconstruir sus relaciones personales así como su historial psicológico ,tópicos influenciados por la funesta relación entre su patológica depresión y su drogadicción rampante. Es mediante ese proceso de rememoración, disparado por la salida de Anders de su centro de rehabilitación y por sus contados intentos para volver a contactar a amigos del pasado, que Trier ensambla un relato magistral sobre el devastador poder evocativo de la memoria, sobre la frustración relacionada con superar la crisis de los treinta sin tener un presente emocional o laboralmente realizado, pero principalmente el impacto con la realidad asociada a la no pertenencia.
El protagonista, después de pasar por el proceso de desintoxicación, comienza
la búsqueda de reencontrarle sentido a su vida, recurriendo para ello a viejos
amigos y a la necesidad de trabajos que consigan reintegrarlo a esa rutina
vital de la que se había mantenido al margen durante años. Para su mala
fortuna, los encuentros con su pasado solo reafirman su idea de la
insignificancia de la vida humana,su fragilidad y su intrascendente
desaparición en la neblina del tiempo. ¿Cuál es el sentido de seguir viviendo
ese cliché al que llamamos existencia?
Oslo, August 31st es un filme que confronta la felicidad del espectador contra la triste percepción de la realidad que Trier transmite en pantalla. A pesar de la crudeza y argumento, el director desglosa y pone en fila uno tras otro los problemas de la edad adulta
Este director claramente está
influenciado de grandes directores de culto como Michelangelo Antonioni, Andréi
Tarkovski, Ingmar Bergman o Woody Allen.
Como
resultado podemos apreciar una película ligera, dulce y sagaz que no cansa al
espectador y guarda en el subconsciente del público sus preguntas.